"Aferrarse a la ira es como agarrar un trozo de carbón candente con la intención de arrojarlo contra alguien. Al final eres tú quien se quema" (Siddhartha Gautama)
Hasta el momento hemos hablado de las explosiones de ira pero cuando la ira se ancla en nuestro cuerpo energético ya tenemos que cambiar de registro porque el tema es más complejo.
Hay muchas personas que en determinados momentos de su vida les dan tanto poder (Tiempo) a sus emociones negativas (ira, celos, envidia etc.) que estas emociones puede llegar a formar parte de su estructura energética. Es lo que el maestro de Reiki Víctor Manuel Fernández Casanova llama en su libro de Protección Energética ENTIDADES DE PENSAMIENTOS.
Estas al estar latentes en nuestro cuerpo energético, esperan la más mínima oportunidad para volver a vibrar (vivir) de nuevo.
Las entidades de pensamientos se alimentan de emociones y pensamientos de la misma vibración (lo similar atrae a lo similar).
Por ejemplo, recuerdas la última vez que alguien te hizo daño. ¿
Qué emoción sentiste? La del enfado ¿Verdad?
Pasan los días o los meses y esa emoción, la emoción del enfado va desapareciendo poco a poco en función del poder (Tiempo) que le hayamos dado. Pero si nos volvemos a encontrar en una situación similar a la que nos provoco nuestra ira, la emoción del enfado vuelve a vibrar inmediatamente en nuestro cuerpo energético y al instante volvemos a sentirnos como aquel día que nos hicieron daño y el enfado vuelve a vibrar incluso ahora con mucha más facilidad y rapidez porque la vibración del enfado ya está anclado en nuestro cuerpo energético
Este caso explica muy bien cómo funciona el efecto diapasón en el mundo de las emociones: Cuando hacemos sonar un diapasón las cuerdas de la misma nota vibraran sintonizadas por simpatía con el diapasón. Transmisor y receptor vibran al unísono (sintonía).
Es lo que popularmente siempre nos han dicho nuestras abuelas: Dos no pelean si uno no quiere y ahora que estamos trabajando en descubrir los efectos secundarios negativos del enfado te será divertido observar el efecto diapasón en las relaciones de jefes con empleados, entre conductores crispados, suegras con nueras, maridos con esposas, esposas con maridos etc. Comprobarás
como danzan con la música del enfado vibrando en la misma sintonia ( pasa igual cuando nos enamoramos y nos sentimos felices)
Por otro lado si observamos como dice el cronista del País Semanal Francesc Miralles cómo se trata a sí misma una persona violenta, esa persona que salta siempre a la mínima ocasión ,encontraremos las claves de su conducta, Sobre esto, el sociólogo norteamericano Eric Hoffer afirma: "Amemos siempre a los demás como a nosotros mismos. Hacemos daño a los demás en la medida en que nos lo hacemos a nosotros mismos. Odiamos a los demás en función de nuestro propio odio. Somos tolerantes con los demás si lo somos con nuestros defectos. Perdonamos a los demás cuando sabemos perdonarnos".
Por consiguiente, cuando nos enfadamos de forma desproporcionada con alguien, es muy posible que en el fondo estemos enfadados con nosotros mismos pero no nos hayamos dado cuenta. Es el caso de muchas personas cuya agresividad encubre un sentimiento de fracaso.
No hay defectos que molesten más que los que uno mismo también posee, por lo que hay que considerar a la persona que nos saca de quicio como un espejo de nuestras limitaciones. Aunque no reconozcamos en nosotros las faltas que vemos en el otro, toda situación de violencia, engaño o injusticia es una oportunidad de revisar nuestras actitudes personales.
Uno de los lamitas que conocí decía que es muy importante estar en verdadero contacto con nosotros mismos, saber cuáles son nuestras cualidades y defectos. De esta manera cada vez que nos critican podemos evitar enfadarnos, si lo que nos dicen es verdad, habrá que aceptarlo y si no es verdad no tiene sentido enfadarse, simplemente no lo aceptes es como si alguien te hace un regalo, tu eres libre de decir muchas gracias pero no lo quiero.¿Y qué podemos hacer para que nuestras emociones negativas no salgan a la superficie con tanta facilidad y rapidez en la sociedad que vivimos, llenas de situaciones tan óptimas para crear entidades de pensamientos negativos vibrando por muchos sitios?
REIKI, REIKI Y MÁS REIKI por lo menos este es el camino que yo he elegido por supuesto hay muchas más maneras pero yo llevo los últimos 15 años practicándolo y quizá por eso estoy hoy escribiendo este artículo como maestra de Reiki Usui sobre uno de los principios de este método de sanación FANTASTICO llamado Reiki
Reiki te ayuda a elevar tu nivel de vibración energética, a limpiarte, a sanarte emocional y energeticamenente.
Aunque no practiques Reiki a continuación te daré unas píldoras muy eficaces para mantener tu cuerpo energético limpio y fresco de resentimiento cuando aparezcan los momentos de tensión
· Toma un comprimido de lo contrario que sientes es lo conveniente
· Para la emociones negativas no hay que hacer ningún esfuerzo aparecen ellas sólitas.
· Las decisiones en la vida en las que tienes que hacer un esfuerzo son las mejores a largo plazo.
· Recuerda “El resentimiento es como tomarse uno el veneno y esperar que la otra persona muera”
· Obsérvate cuando te enfadas y Medita cual es el origen tu ira a lo mejor el detonante de lo que te ha crispado es algo que tienes tú que arreglar en tu vida
· Practica la paciencia-terapia.
Este tratamiento puede ser el inicio de una gran amistad con el mundo y con uno mismo.
"Nunca debemos excusarnos y decir que nuestros enemigos nos impiden practicar la calma, y que ésta es la causa de nuestra irritación. Si no somos pacientes, no estamos practicando con sinceridad. No podemos decir que el mendigo sea un obstáculo para la generosidad, ya que es justamente su razón de ser. Por otra parte, las personas que nos irritan y ponen a prueba nuestra paciencia son relativamente pocas. Y tenemos necesidad de personas que nos ofendan para ejercitar la paciencia. Encontrar un verdadero enemigo es tan poco frecuente que deberíamos alegrarnos de verle y apreciar los beneficios que nos regala. Merece ser el primero a quien ofrezcamos los méritos que él mismo nos permitirá adquirir, y es digno de respeto por el solo hecho de permitirnos practicar la paciencia”. (Dalai Lama)
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