Meditación para hacer en el Bosque

Me relajo y respiro más lento de lo habitual.
Observo a mí árbol
Apoyo mi espalda sobre el tronco, de pie o sentado/a en el suelo, pero siempre en contacto con el árbol.
Siento la firmeza y verticalidad de su tronco en mi espalda y conscientemente me apoyo contra el con todo el peso de mi cuerpo dejando que me sostenga. Dejo caer todo mi peso en él
Me permito sentir la alegría y el descanso que significa que el árbol me sostenga completamente y me relajo. Confío en él
Me siento fuerte. Ahora trato de sintonizarme con el árbol, identificándome lo más que pueda con él, como si penetrara en su ser: Me siento el árbol. Comienzo a sentir en mis pies como sus raíces se extienden sedientas hacia las profundidades de la tierra y extraen de ella, los nutrientes que el árbol necesita para florecer, desarrollarse alto y fuerte y dar sus frutos.
Ahora dirijo la atención a Todas las células de sus hojas que respiran un aire lleno de vida.
Abro todos los poros de mi cuerpo desde la coronilla hasta las planta de mis pies
Siento con mi respiración a la madre tierra y Siento todo aquello que necesito para nutrirme y sustentarme.
El aire que te rodean está lleno de vida, ¿ Puedes oir las gotas del rocio que entran en tu ser?
Puedes oir el canto de los pájaros mezclándose con el sonido de tu respiración
Tu cuerpo esta relajado
Tu mente está despiera
Con cada inhalación extraigo alimento vital para mí y lo dejo fluir por todo el sistema. Con cada exhalación de mi aliento, echo cualquiera de mis temores, dudas ansiedades u otras emociones negativas que pudieran estar bloqueando lo beneficioso de esta energía.
Me concentro en la respiración y en la experiencia del bienestar y satisfacción que siento. Recibo de la madre tierra AMOR, COMPASION, TERNURA, SEGURIDAD. Absorbo todo lo que necesito de esa fuente a través de mis raíces.
Inspiro: Amor, exhalo: Rencor x3
Inspiro: Compasión; exhalo:Amor x3
Inspiro: Seguridad, exhalo: dudas e inseguridades x3
Ahora llevo mi atención hacia lo alto, hacia las ramas y hojas del árbol extendidas hacia el padre cielo, para extraer de los rayos del sol, la energía y la luz del Padre Solar, los que me fortalecerán y ayudaran a cada parte mía a sanarse.
Con cada inhalación, me lleno con la energía solar, y con cada exhalación me deshago de todo aquello que pueda obstaculizarme, temores, dudas o sentimiento negativos . A medida que respiro profundamente permito que entre en mi mente todo aquello que necesito para sentirme bien: CORAJE, SABIDURÍA, COMPRENSIÓN, ACEPTACIÓN. Inspiro: Sabiduría; exhalo: dudas
Inspiro: Aceptación; exhalo: todo lo que no acepto en mi vida.x3
Inspiro: Coraje; exhalo: miedos.x3
Ahora coloco ambas palmas de las manos sobre el plexo solar y me siento canal entre el flujo de ambas energías: la que a través de las raíces extraigo de la Madre Tierra y la que capto por las ramas del Padre Sol, sintiéndome equilibrada, Por ultimo regreso a situarme frente al árbol para agradecerle todo lo que me ha dado y prometiéndome regresar con regularidad junto a el para renovarme.